THE STANLEY FLASK 236 ML
Es el flask que nunca te decepciona —a menos, claro, que esté vacío—. El look retro, el tamaño portátil y la silueta delgada hacen que se deslice sin esfuerzo en cualquier situación. Tiene una boca ancha para recargas fáciles (sin necesidad de embudo). Y la construcción en acero inoxidable con tapa a prueba de fugas lo hace extra resistente.
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De Por Vida por fallo de fábrica. Puedes leer más aquí.